Ayer el canon digital se llevo un palo, dado que es uno de los temas de moda aprovecho para rescatar un post que escribí hace algunas semanas en plena vorágine del sobado tema de las descargas y la Ley Sinde:
Leyendo un blog (Crisei de Rafa Marin para más señas) encontré este ilustrativo comentario:
"Personalmente sólo suelo descargarme libros. También me descargaba música y series, pero con Spotify dejé de descargarme música y con la mejora de las conexiones dejé de descargarme las series para pasar a verlas online. Pagaría a las productoras de estas series si el servicio que me dieran fuera como mínimo igual de bueno que el que me dan las personas que subtitulan los episodios y los cuelgan en algunos de los servidores online. Y estos últimos no cobran.
Pese a todo lo que descargo o veo online, sigo gastándome más de lo que debiera en el cine y en las librerías. A veces, atraído por títulos de autores a los que he conocido en la red.
La situación actual no perjudica a los autores, sino a todos aquellos que de una forma "legal" se lucran del trabajo creativo de otras personas. En otra época tratar con ellos era la única forma que tenía un autor de hacer llegar tus obras más allá de tu círculo de conocidos mas cercanos. Ahora resulta que tu círculo de conocidos no tiene porque tener límites. La distancia no es nada, el idioma cada vez lo es menos. El autor ya no necesita a nadie para dar a conocer su obra.
En Internet la gente ya hace eso por tí.
Y sin cobrar."
Creo que esta bastante claro quien tiene de verdad un problema con las descargas, sencillamente la aparición de Internet a hecho que ya no tenga sentido cobrar por la difusión de copias de obras artísticas, un autor podría vender su derecho de copyright directamente a su público sin pasar por ningún intermediario (siempre y cuando las telecos que controlan la infraestructura de Internet se mantengan estrictamente neutrales y se limiten a cobrar por una conexión igual para todos)
Esa es la razón por la que se utiliza tanta demagogia (por su significado exacto: usar argumentos con apariencia de verdad para manipular al publico: "la cultura debe ser protegida" -como si no hubiera sobrevivido por si misma durante los miles de años anteriores a la propiedad intelectual-, "piratear es robar" -es copiar sin permiso-, "tenemos tantos millones de euros en perdidas" -algo imposible de calcular sin viajar a un universo paralelo donde Internet no exista-, "la red no puede ser un territorio sin ley" -cuando la propia existencia de la red depende del estricto respeto a unas normas y protocolos establecidos a escala internacional- etc.) y también es la razón por la que se proclaman leyes con tanta urgencia para un tema que realmente no lo requiere. Se trata sencillamente de que una industria hasta ahora muy poderosa acaba de descubrir su propia mortalidad y lucha, ya no por conservar su poder, sino por su propia existencia. No es que sea obsoleta, es que es innecesaria.
Esa es la razón por la que se utiliza tanta demagogia (por su significado exacto: usar argumentos con apariencia de verdad para manipular al publico: "la cultura debe ser protegida" -como si no hubiera sobrevivido por si misma durante los miles de años anteriores a la propiedad intelectual-, "piratear es robar" -es copiar sin permiso-, "tenemos tantos millones de euros en perdidas" -algo imposible de calcular sin viajar a un universo paralelo donde Internet no exista-, "la red no puede ser un territorio sin ley" -cuando la propia existencia de la red depende del estricto respeto a unas normas y protocolos establecidos a escala internacional- etc.) y también es la razón por la que se proclaman leyes con tanta urgencia para un tema que realmente no lo requiere. Se trata sencillamente de que una industria hasta ahora muy poderosa acaba de descubrir su propia mortalidad y lucha, ya no por conservar su poder, sino por su propia existencia. No es que sea obsoleta, es que es innecesaria.
Por supuesto esta dispuesta a morir matando, abriendo de paso la caja de Pandora del control de Internet. Hasta ahora lo han intentado con tecnologías anticopia, cerrando paginas y persiguiendo a los usuarios, todo ha fallado, lo siguiente será pedirle a las telecos y buscadores que monitoricen a sus clientes y bloqueen el trafico "pernicioso" si no quieren pagar una especie de canon, lo cual es mucho mas insidioso porque si se consigue sucederá sin ruido, simplemente un día no podremos entrar a ciertas paginas y será como si no existieran.
Las telecos de esta forma estarían apoyando los intereses de ciertos grupos de presión y por tanto habrían dejado de ser estrictamente neutrales. Si ahora viene alguien diciendo que eso no tiene usos políticos y que afirmar algo así es una exageración que por favor se vuelva al país de la piruleta.
Las telecos de esta forma estarían apoyando los intereses de ciertos grupos de presión y por tanto habrían dejado de ser estrictamente neutrales. Si ahora viene alguien diciendo que eso no tiene usos políticos y que afirmar algo así es una exageración que por favor se vuelva al país de la piruleta.
Nada de conspiraciones, serán los usos que todos sabemos, los que siempre han tenido los medios de comunicación de masas en una sola dirección -del emisor al receptor y pocas veces al contrario- y de los ahora creemos habernos librado gracias a la red. Simplemente volveremos al punto de partida en el que estábamos cuando Internet se "descontrolo": unos cuantos conglomerados mediáticos internacionales haciéndose con el control de la información a escala global. Como con tantas tecnologías "revolucionarias" anteriores todo el potencial de la red será asimilado, domesticado y puesto en su sitio, al servicio de los intereses de costumbre.
En fin, puede que estemos viviendo cerca del final de la edad de oro de Internet, la era en la que el arte y la cultura florecieron gracias a la difusion descontrolada de ideas por la red, esa a la que los artistas cantaran con nostalgia cuando sus derechos de autor estén perfectamente protegidos.
En fin, puede que estemos viviendo cerca del final de la edad de oro de Internet, la era en la que el arte y la cultura florecieron gracias a la difusion descontrolada de ideas por la red, esa a la que los artistas cantaran con nostalgia cuando sus derechos de autor estén perfectamente protegidos.
Pero bueno, sobreviviremos.