Como sabéis hay crisis en el cine, mas allá de la situación del cine español, que también se las trae, la todopoderosa industria americana también le ve las orejas al lobo. Las grandes superproducciones de temporada ya no son lo que eran y las cifras de taquilla se están reduciendo. Y como siempre que se produce una crisis lo primero que se hace es buscar culpables, cabezas de turco sobre las que desatar nuestra ira y frustración.
Las productoras culpan a la piratería y a la descarga de películas por Internet, cosa que además de criminalizar al espectador potencial de sus películas, no sirve para explicar convenientemente la perdida de espectadores en las salas. Los críticos y el publico culturalmente elitista culpan a la basura que viene de Hollywood, y en general al cine malo, pero eso tampoco sirve para explicar porque las pelís culturalmente comprometidas y no demasiado malas son fracasos absolutos de taquilla, y reducir eso únicamente a una consecuencia de las prácticas mafiosas de la industria yanqui o de las televisiones resulta simplista y también insuficiente. Normalmente las discusiones acaban redundando en la existencia de un publico cada vez más adocenado, inculto e inmaduro que se traga cualquier cosa que le escupan en un centro comercial con tal de que tenga una buena campaña de marketing y efectos especiales. En resumen, se trata de que del agotamiento de las formulas tiene la culpa el publico por tragarse una y otra vez la misma mierda gracias al lavado de cerebro producido por la publicidad. Al final tanto la industria como la critica terminan insultando al espectador, lo cual no parece una buena forma de comenzar a abordar un problema, pero es la típica de la naturaleza humana.
Se suele hablar de las maravillosas y comprometidas películas que se producían en Holywood en los 70's, cuando la industria dejo trabajar a una serie de innovadores directores como Coppola y Scorsese y sus amigos Spielberg y Lucas, pero en realidad eso no fue mas que un intento desesperado de la industria de encontrar una formula para competir con la televisión y salir de la crisis por la que pasaba por aquel entonces. Así se contrataron nuevos directores para llegar al publico joven, se les dio una gran promoción y distribución para que llegaran a todas las salas donde podía estar ese publico, y al principio el intento funciono. Se hicieron grandes películas, y el publico premio el soplo de aire fresco, pero tras cada gran éxito los productores miraban cuidadosamente las cifras, esa obsesión por las cifras propia de una industria en crisis pronto se tradujo en que fuera más importante la cifra conseguida que las criticas -y con razón, pelís consideradas obras maestras hoy día fueron vapuleadas por la critica en el momento de su estreno-, y cuando el ultimo experimento, un proyecto considerado por muchos, incluso antes de su rodaje, como estúpido, infantil, ridículo y que seria un fracaso total, ósea Star Wars, fue un bombazo -de ahí el termino blockbuster, el nombre de una bomba revienta-manzanas de la segunda guerra mundial-, los productores encontraron su formula del éxito, es decir, promoción de director rebelde para jóvenes + Star Wars, claro que pese al éxito no cambiaron de opinión sobre esta -entonces- cinta, así que habría que decir promoción de director rebelde + Star Wars + argumento estúpido, infantil y ridículo, a lo que se añade, por supuesto, la innovación tecnologíca y los FX pornográficamente publicitados. Una vez con la formula en la mano la paciencia que los productores habían tenido soportando los egos rebeldes y las juergas de drogas y alcohol de muchos de sus protegidos se agotó, y en cuanto llegaron los fracasos -el caso de La puerta del cielo fue clamoroso- se cerro el laboratorio, se echó a la calle a los conejillos de indias y se abrió la fabrica. Y así nació el modelo de industria cinematográfica que hemos conocido en los últimos 25 años.
Lo que deja claro todo esto que acabo de relatar es que el éxito de publico de una película tiene poco que ver con lo que diga la critica o el desprecio intelectual del espectador elitista. El éxito y el fracaso dependen del publico, pero no solo de sus gustos, sino de su forma de vida, y por tanto de su economía, si la forma de ver películas no se adapta a la vida de la gente la recaudación en general inevitablemente bajara, es un problema del cine como industria, y eso no va a cambiar por mucha subvención y chovinismo cultural que se le eche al asunto.
No creo que el publico actual este mas adocenado que el de otras épocas, simplemente a partir de una determinada edad ya no va al cine, prefiere quedarse en casa viendo TV, eso se viene produciendo desde los años 60/70's, y hoy, con los canales de pago que cada vez dan unos contenidos mas variado y adultos eso va en aumento. Los blockbusters están dirigidos a un publico muy concreto que son los adolescentes y jóvenes, con unos gustos muy concretos y que en teoría se tragan lo que sea con tal de alejarse de sus padres y estar con los amigos o la pareja, basta fijarse en que la temporada de blockbusters empieza con las vacaciones. Sencillamente son los únicos dispuesto a salir todos los fines de semana. Dirigir las películas a ese publico ha funcionado durante estos últimos 25 años, hasta que le ha salido una competencia seria con los videojuegos y la red, que le esta quitando su publico natural, dado que por un lado los juegos y espacios online dan a los jóvenes un lugar donde reunirse, y por el otro, y esto afecta a todas las edades, es mucho mas cómodo bajarse una pelí y verla cuando quieras que tragarse todas la pegas de ir al cine.
Una de las tonterías más gordas que he oído últimamente -dicha creo por el director de la revista Variety en España- es que el boca-oído ya no funciona por que la gente no tiene tiempo de comentar las películas, eso si es vivir fuera del tiempo. El boca-oído ahora funciona en la red, cuando una película es una mierda los que la han visto avisan con antelación, por eso ultimamente los taquillazos solo se producen la primera semana, cayendo inmediatamente después. Las películas-acontecimiento tipo Star Wars con colas kilométricas durante semanas son cada vez mas cosa del pasado. Y algo así dicho por un directivo de la revista Variety es una muestra clara de que muchos de los hoy que manejan la industria, así como la critica, viven en otra época, a la que se aferraran hasta que busquen y encuentren la nueva formula del éxito. O se adaptan a la forma de vivir del publico actual o se hunden, solo es cuestión de tiempo.
1 comentario:
DICES: "El éxito y el fracaso dependen del publico, pero no solo de sus gustos, sino de su forma de vida, y por tanto de su economía, si la forma de ver películas no se adapta a la vida de la gente la recaudación en general inevitablemente bajara, es un problema del cine como industria, y eso no va a cambiar por mucha subvención y chovinismo cultural que se le eche al asunto."
Entiendo que tengas algo de razón pero no se a que te refieres exactamente con 'adaptar el cine a la vida de la gente'.
¿Quién tiene que mover ficha en este asunto según tu visión de las cosas?
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